El acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Agricultura de la UE para la nueva PAC 2023-2027 es un paso importante en un tortuoso camino que se le supone para los próximos meses dado que dicho acuerdo deberá ser posteriormente consensuado con el Consejo, pero sobre todo, con el Parlamento Europeo.

Más allá del recorte de fondos que se materializó al aprobar el Marco Financiero Plurianual, conviene destacar que la aprobación ayer de un 20% del 1er Pilar para el apartado de Ecoesquemas puede suponer una notable bajada para los ganaderos si, cuando se apruebe el correspondiente Plan Estratégico, la conservación de pastos de montaña no queda integrada como ecoesquema a potenciar.

Ahora bien, tras el acuerdo de ayer y una vez se aprueben los Trílogos (Comisión, Consejo y Parlamentos europeos), la verdadera pelea llega ahora cuando cada Estado deba diseñar, dentro de la flexibilidad prevista por la UE, su propio Plan Estratégico.

Por ello, desde ENBA, frente a la postura que viene defendiendo el Ministerio de un único Plan Estratégico único para todo el Estado, creemos que es vital para nuestro sector que Euskadi cuente con su propio Plan Estratégico Vasco y con su correspondiente ficha financiera para así potenciar un modelo de agricultura de montaña, a los agricultores profesionales y un modelo de Agricultura Familiar asentado en el territorio.

En opinión de ENBA, es irreal plantear un único Plan Estratégico para todo el Estado como herramienta válida para la diversidad agrícola, orográfica, climática y social que alberga el Estado, por ello es necesario que el Ministerio asuma que Euskadi pueda contar con su propio Plan Estratégico Vasco.