Las últimas novedades en cuanto a la notificación PPA en jabalíes silvestres en Barcelona o los focos de IAAP que han propagado las aves silvestres migratorias por poner dos de los ejemplos más actuales, no hace sino confirmar lo que la organización ENBA viene demandando de forma recurrente: la necesidad de priorizar el establecimiento de un plan y de medidas de control de la fauna silvestre. La fauna silvestre es un importante reservorio y transmisor de enfermedades a los animales de las explotaciones ganaderas.
Ahora bien, la alarma generada por la PPA en el sector porcino y la industria cárnica ha puesto el foco sobre el papel que juega la fauna silvestre, en este caso los jabalíes, como vector (transmisor) de las enfermedades, una cuestión que ENBA lleva afirmando en estos últimos años, dado que si bien los daños por jabalíes en las praderas y huertas son evidentes e incontestables, no es menos cierto que el riesgo sanitario de los jabalíes para la cabaña ganadera es algo que ha pasado más desapercibido para las autoridades y para la población en general y que, lamentablemente, la situación generada por los jabalíes en Barcelona, ha puesto bajo los focos.
Desde ENBA, reclamamos un mayor esfuerzo en el control poblacional de los jabalíes, un esfuerzo que requiere del trabajo compartido entre instituciones, cazadores y ganaderos y que haga frente a la auténtica plaga de jabalíes con la que vivimos y que se acerca a nuestra cabaña ganadera, compartiendo praderas, bebederos, comederos e incluso, alguna vez, entrando los jabalíes en las propias cuadras.
La cabaña ganadera, tal y como se ha evidenciado, está en riesgo sanitario por la plaga de jabalíes y por ello, una vez más, exigimos un mayor control poblacional y que para ello se activen todas las medidas y métodos posibles. Asímismo, desde ENBA solicitamos que se aumente y mejore la toma de muestras de jabalíes abatidos para controlar la prevalencia de las diferentes enfermedades en la población de jabalíes.