La MARCHA LÁCTEA de los baserritarras reivindica ante la distribución, elemento clave de la cadena láctea, la dignidad de la leche y del sector lácteo.
En opinión de los sindicatos, el PVP mínimo debiera subirse hasta los 0.70 euros
Hoy a la mañana, 25 de agosto, varias docenas de vehículos, con unos veinte tractores por delante y numerosos coches por detrás, han participado en la MARCHA LÁCTEA convocada por los sindicatos ENBA y EHNE. Hemos arrancado del centro comercial URBIL en Usurbil y tras un recorrido por varios centros en Hernani, hemos acabado en Galarreta.
Al final de la MARCHA LÁCTEA, ante numerosos baserritarras allí presentes, los presidentes de ambas organizaciones, Garikoitz Nazabal por EHNE e Iñaki Goenaga por ENBA han dado cuenta de la gravedad de la situación que vive el sector ganadero e informado a los baserritarras de las acciones ejecutadas en estas últimas semanas.
El pasado 14 de junio, en pleno centro de Donostia, denunciamos la asfixia que vive el sector ganadero tras la subida del pienso, así como de otros inputs (electricidad, gasóleo, …) y tras dicha concentración, las dos organizaciones, estas últimas semanas, nos hemos reunido con las diferentes cadenas de distribución para darles cuenta de la gravedad de la situación del sector lácteo y al mismo tiempo, para conocer sus posicionamientos.
En dicha ronda, hemos recabado palabras correctas y amables, pero, lamentablemente, resultados más bien escasos y si bien, valoramos positivamente algunos pasos se han dado, no es menos cierto que son manifiestamente insuficientes si tenemos en cuenta la gravedad del momento.
Con la MARCHA LÁCTEA de hoy, hemos pretendido reflejar la gravedad del momento que vive la cadena láctea pero al fijar nuestra atención en la distribución, hemos querido subrayar la responsabilidad de todas las cadenas de distribución, cada una de ellas en función de su cuota de mercado pero sin eximir de responsabilidad a ninguna de ellas, puesto que con su dinámica de precios bajos están asfixiando el conjunto de la cadena pero, muy especialmente, al eslabón más débil de la cadena que no es otro que el sector ganadero.
Para que seamos conscientes del papel e importancia que tiene la distribución queremos reseñar 3 datos:
Uno, el 92% de la leche comercializada en el Estado se hace en los diversos formatos de tiendas y centros de la distribución organizada, es decir, casi toda la leche que llega al consumidor final llega de manos de la distribución.
Dos, el informe del Observatorio de Precios del Ministerio, elaborado antes de la subida del pienso de otoño de 2020, fija en 0,68 euros el precio mínimo para poder cubrir costes.
Tres, el 45% de la leche comercializada se vende por debajo de 0,60 euros, es decir, entre 8 y 10 céntimos por debajo de lo fijado por el Observatorio ministerial. Para poder comprender mejor este fenómeno de bajos precios, conviene tener en cuenta el fuerte peso de la marca de distribución (marca blanca) que acapara el 56% de las ventas de leche.
Por todo ello, teniendo en cuenta estos tres datos, queda meridianamente claro que la distribución y su política de bajos precios en su marca de distribución son la principal clave para comprender la situación actual.
Así, las organizaciones EHNE y ENBA exigimos a las cadenas de distribución, cada una de ellas en función de su cuota de mercado pero sin eximir de responsabilidad a ninguna de ellas, que adapten sus precios de venta a público (PVP) de tal forma que se puedan, cuando menos, cubrir los costes del conjunto de la cadena muy especialmente, que se pueda garantizar la rentabilidad del sector productor y por ello, en aras a clarificar la situación, tomando como base el informe elaborado por el Observatorio de Precios del Ministerio español, exigimos que adopten el PVP de 0,70 euros como precio mínimo de venta al público.
Finalmente, más allá de llamar la atención sobre el papel que juega la distribución, desde las organizaciones EHNE y ENBA hacemos un llamamiento muy especial al consumidor vasco para que apueste por la leche digna y que sea consciente, que, con cada acto de compra, toma en sus manos el futuro del sector productor, pero también del territorio y del paisaje que le rodea.