Ante la alarma suscitada entre los consumidores vascos por la denuncia del ciclista Alberto Contador al afirmar que el origen de su positivo es el consumo de carne de vacuno, engordado con clembuterol y comprada en una carnicería de Irun y ante el lamentable silencio del Gobierno Vasco que no sale a defender las buenas prácticas ganaderas que ejercen nuestros baserritarras, la organización agraria ENBA quiere salir a la palestra a defender el buen hacer del 100% de nuestros ganaderos, independientemente de la marca de calidad a la que pertenezcan y disipar así cualquier duda sobre el uso de sustancias prohibidas en el engorde de nuestro ganado.
Exigimos al Gobierno Vasco y muy especialmente a la consejera Pilar Unzalu que defienda el excelente trabajo que desempeñan los ganaderos vascos haciendo públicos los datos de números de controles e inspecciones que se hacen en nuestras cuadras y mataderos junto con los datos resultantes de esos controles higiénico-sanitarios.
Exigimos asimismo a la dirección de Consumo del Departamento de Industria que incremente los controles e inspecciones en los puntos de venta de carne de forma particular en los puntos de venta no integrados en las marcas de calidad y en aquellos especializados en la venta de carne foránea y asimismo, le reclamamos que controle el grado de cumplimiento de las normas de etiquetado de la carne para que los consumidores vascos tengan información exacta del origen de la carne que consumen
Desde ENBA hacemos un llamamiento a los consumidores vascos para que consuman carne de vacuno amparada en marcas de calidad como la mejor manera de prevenir cualquier situación desagradable en el futuro ya que son las marcas de calidad, las entidades que mayor control exigen a sus ganaderos, mataderos, comerciales, carniceros, etc antes de que la carne llegue a los consumidores.
Finalmente, desde ENBA queremos lanzar una reflexión al conjunto de la sociedad, una sociedad que se alarma por un positivo por clembuterol en un ciclista como es el caso actual de Contador y mientras tanto, permanece impasible ante la política agraria europea que posibilita que los europeos consumamos ingentes cantidades de carne procedente de terceros países donde está permitido el uso del clembuterol para el engorde del ganado.
En definitiva, seamos consecuentes: mayor control en los puntos de venta y una apuesta clara por la carne amparada por marcas de calidad.