El 1 de Mayo es el día de apertura de pastos de Aralar que, estos últimos años, se ha solido celebrar junto al cercado de Larraitz para socializar y dar a conocer el bien mutuo que el ganado proporciona al monte, así como el beneficio que el monte reporta a la cabaña ganadera.
Lamentablemente, este año, no tenemos nada que celebrar. Los ganaderos que subimos a Aralar nos sentimos minusvalorados por parte de los responsables actuales de la Mancomunidad Enirio-Aralar tanto en el momento de fijar las prioridades entre las inversiones a efectuar en el monte así como al fijar las líneas maestras cara al futuro.
Los ganaderos que suben a la montaña han dejado bien claro, reiteradamente, que sus 3 prioridades son: caminos, desbroces y otras inversiones a ejecutar en txabolas y alrededores (agua, cierres, abrevaderos, …).
Por eso mismo, teniendo en cuenta que estas últimas semanas hemos podido conocer desde instancias judiciales el archivo de las denuncias presentadas, desde ENBA creemos que es momento de situar la accesibilidad, los caminos, en cuanto que son un requisito mínimo para dotar de dignidad al trabajo de los ganaderos, entre las prioridades de la Mancomunidad.
Como decíamos al comienzo, este año no hay motivos de celebración, aún así, los ganaderos subirán a la montaña por el bien del monte y de la cabaña ganadera. No obstante queremos aprovechar lo que debiera haber sido un día de fiesta para recordar las prioridades de los ganaderos y para reivindicar un trabajo en común que garantice el futuro de la sierra de Aralar.